Ya hace unos meses de estas fotos, pero más vale tarde (taaarrrde) que nunca. Pasamos una noche en Cancún -que no me gustó nada pero para gustos los colores- y por la mañana pronto tomamos un autobús alejándonos poco a poco de la mole urbanística. Entre selva, palmeras, pueblos y unas cuantas horas de nuestros juegos y sandwichs de nata el mar se abrió y tomamos un barco. Llegamos al paraíso. ¿Esto realmente existe? Recordé el dragón de La historia interminable y la Isla que aparece y desaparece en Aladín y Los cuarenta ladrones . Caminamos por la calle principal -la única, de hecho- y llegamos al albergue. Nos esperaban cinco días que nunca podremos olvidar. Días de descubrimientos y cambio de chip. Días que estuvimos en el cielo y que, paradójicamente, nos pusieron los pies en la tierra.
15.3.14
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6 comentarios:
Unas fotos increíbles! Vuestros post siempre transmiten tanta paz y naturalidad... Un saludo!
Señoritas bonitas,
He echado de menos vuestros posts!
Sois un oleaje de belleza y poesía. Sois un paisaje templado con miles de micromundos latiendo en el interior.
Sois "juventud, divino tesoro".
Este closet que compartís es muuuucho closet, colega!
Dadle caña. El mundo se respira mejor cuando se ve que aún hay gente como vosotras.
Un abrazo!
Aiii cuántos bichitos!
Hacia tiempo que no tocabamos el blog... pero chicas el vuestro sigue igual de genial.
Son unas fotazas :)
Un beso chicas.
http://theoutrageousthing.blogspot.com.es/
Quién pudiera ser lagarto tomando el sol en la arena... Vuestras fotos siempre transmiten buen rollo!
Son bellísimas. Y hablo absolutamente por su interior, por su poesía, sus fotos y sus manera única de ver la vida. Gracias por compartir sus aventuras!! Un abrazo grande de México.
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